martes, 15 de mayo de 2012

Señor, dame paciencia, y un arma.

Llevo unas chanclas horribles, un pantalón de pijama de Hello Kitty, una camiseta de Ralph que dice "Soy especial", el pelo muy sucio y la coleta mal hecha. Lo sé, si alguno aún se tocaba pensando en mi a pesar de haberos dicho que cago y me tiro pedos, he acabado con todas vuestras esperanzas. Pero todo esto tiene una explicación, algo convincente y que espero que me perdonéis: hoy es día de fiesta en Madrid y me pilla en medio de la peor semana del año en mi trabajo.

Sí, el jueves empieza el CSI y ya me dan ataques epilépticos cada vez que lo pienso. Y es que este año todo es mucho más especial. La organización hasta hace dos meses ni siquiera sabía la fecha, el viernes recibí las acreditaciones, todo está muy mal organizado, y para colmo los presindentes de honor de este año serán Sumajes, Espe y la Botella entre otros. Quiero llorar.

Y como es imposible que en mi empresa estemos en paz, ayer lunes (A TRES DÍAS DE EMPEZAR Y CON UN FESTIVO DE POR MEDIO), mi jefe, ese que tiene las pelotas más grandes que la cuenta bancaria de Botín, me llama a eso de las 11 de la mañana para decirme que no está en Madrid. Gritos, desmayos, ataques de ansiedad, vómitos. ¿QUEEEEEE? Pues sí, su tío, que está muy enfermo, está a punto de morirse. En Santander. Y claro, mi jefe tiene que estar allí. ¿Veis Modern Family? Pues mi jefe es una mezcla entre Jake y Cam. Horrible.

Así que ayer tocó el montaje de los muebles y fue un caos. Y mañana, miércoles, toca montar todo. Y jueves, viernes, sábado y domingo allí, pasando un calor de la hostia, trabajando doce horas diarias y aguantando a soplapollas y mujeres de soplapollas tocándome los cojones. Pero eso sí, sonrisas por doquier, eso que no falte.

Pensar en esta semana es algo que me aterra el resto del año, pero se soporta. Por favor, recordadme esta frase en estos días, me hará falta para no salir en las noticias. Ah, y al próximo que le oiga decir que le gustan los caballos, juro que le meto uno por el culo, ya veréis qué rápido cambia la gente de opinión.

¡Deseadme suerte!

Bit.