martes, 7 de mayo de 2013

Cocaína y Twitter.

IDIOTAS. Estoy rodeada de idiotas. Sí, ya, como todos. ¿Acaso creéis que no sois el idiota de otra persona? ¿Acaso yo lo creo? No, lo he acabado asumiendo, pero al menos intento ser la idiota más rastrera, para que se acuerden.

Porque se puede ser idiota, pero al menos, ¡no molestéis! ¿Que tu vida es una mierda y estás enfadado con el mundo? Bravo, medio litro de lejía y dejarás de sufrir. Y el otro idiota que te aguanta, también. Pero, desgraciadamente, suelo toparme con idiotas demasiado idiotas para creer que son idiotas. Y eso es malísimo para mi hernia.

Idiotas prepotentes, que piensan que el dinero lo puede todo. Y que todo vale dinero. Idiotas. Que un "lo siento" no es una justificación, que hay cosas que, una vez rotas, no pueden arreglarse. Que el mundo no gira a tu alrededor, tú giras con el mundo. Y cuidado, puedes acabar potándole en el bonito Prada de tu señora.

Ay, qué gente más idiota.

Bit.

PD: Título totalmente aleatorio sugerido por un tuitero cocainómano.

Ay, zeñó, llévame pronto.

Viva pero por los pelos. Después de casi una semana con lumbago (yuuupiiiii, drogas gratis) y otro CSI a mis espaldas, estoy para tirarme por la ventana. Lástima vivir en un primero. Y hoy llega...¡mi madre! (Hola, mamá, te quiero, no es nada personal).

Estoy agotada a todos los niveles. Quiero hacer mil cosas, pero no tengo tiempo. Quiero dedicarle más tiempo al blog, pero es sentarme delante del ordenador y tener que sujetarme los párpados con palillos. Horrible. Y tengo un proyecto que me hace muchísima ilusión, pero entre que soy una vaga y que mi compañera es una alcohólica en ultimo año de carrera, pinta para largo.

También influye ese pequeño factor que es "la crisis de los 20". Que ni tengo 20 ni creo que haya crisis a esa edad, pero ahí llevo 3 años anclada. Soy joven con alma de vieja, qué le vamos a hacer.

Bit.