martes, 23 de agosto de 2011

Lalalalalala.

Hoy iba a hablar sobre cosas que me cabrean. Mucho. Pero sinceramente, no me quito la sonrisa de la cara, a pesar de que estoy gravemente herida y mi vida pende de un hilo. Bueno, tampoco tanto, quizá exagero un poco. Es que soy del sur, y en el sur hacemos esas cosas. Lo único que me ha pasado es que soy un poco torpe y tengo una coordinación digna de una octogenaria. De hecho, si llego a ser más torpe, nazco por el culo.

A lo que iba, estoy contenta (¡¡y no estoy borracha!! aún), el odioso mes de agosto se acaba, la gente vuelve a las ciudades fantasma, vuelve al trabajo (vamos, que se joden igual que me he jodido yo y eso me anima una barbaridad) y todo vuelve a la normalidad. Pero se acerca septiembre, y el dichoso concurso que te pasas evitando un año pero que finalmente llega. Una semana al sol, sonriendo, con camisa (y la caló, claro) y trabajando 12 horas al día. Pero da igual, un extra nunca viene mal.

Y en nada vuelve mi señora madre, volveré a comer de forma decente, volverá a echarme la bronca porque soy un desastre...¡¡pero volveré a comer de forma decente!! Y eso me hace feliz, muy feliz, porque encima mamiadoptiva está en el norte poniéndose negra y descansando y ahora no tengo con quién comer ni qué comer. Y encima en el kebab de mi barrio ni me cogen el teléfono, los hijos de la gran puta.

Y poco más, con muchas ganas de que llegue el fin de semana y descansar, reposar la patita en alto y que se me cure esto ya que no me deja vivir. (Sí, es que soy MUY del sur).

Quesitos, quesitos para todos. O mejor pa mi tó.

Bit.

jueves, 18 de agosto de 2011

Pues resulta que Bit tiene una hermanita...

En realidad tengo tres, avariciosa que es una. Pero acabo de recibir un eseemeese de mi pequeña Bob y me apetecía escribir sobre ella.

Tiene 24 años, está algo pirada y muy perdida en la vida. Pero tiene un corazón enorme y la quiero con locura. Es infinitamente generosa, algo despistada, se ofusca con facilidad, pero si le rascas detrás de las orejillas no es más que un gatito meloso.

Hemos compartido habitación durante años, y cuando cada una pudo hacerse con una propia, al final siempre acabábamos durmiendo juntas. Y lo que pasa cuando duermes con mi hermana es que al final no duermes, porque por las noches le da por decir que quiere un puto unicornio. Y así siempre.

Bob y yo. Ya desde pequeña no callaba, si ella me ignoraba cogía el teléfono.

Siempre hemos estado muy unidas, a pesar de todas y cada una de nuestras peleas. De hecho, la cabrona, me tuvo varios meses chantajeada, y todo por que un día tiré un bocadillo de queso realmente asqueroso. Sí, es que yo de peque era mucho más rubia y me dejaba maltratar psicológicamente por ella.

Hemos vivido muchos momentos que siempre recordaré. Una vez me llamó desde Murcia (otro de los motivos por los que odio ese jodido antro de ratas y cucarachas) diciéndome que llevaba DÍAS durmiendo en la playa, y que no tenía dinero para volver. Ya os podéis imaginar la cara que puse. Un poema.

Otra vez tuve que rescatarla de la playa. Borracha, semidesnuda y emperrada en meterse en el agua con una cogorza del quince, mientras bailaba y unos capullos coreaban. Si ese día me lío a hostias, a ver quién me hubiera pagado la fianza.

A pesar de las mil liadas que me ha hecho, sigo adorándola y queriéndola, es mi hermana, mi Bob, mi compañera de fiestas y la persona que lo sabe todo de mi. Y se que a las 6 de la madrugada cuando vuelva de currar, se sentará en el ordenador a leer mi blog, porque la tía dice que se rie mucho con mis chorradas. Y se que soltará un par de lagrimitas porque me echa de menos tanto como yo a ella. Y esta es una forma de decirle que la quiero mucho.

Te quiero enana.

Bit.

martes, 9 de agosto de 2011

Si me dan a elegir...

Si tuvieras que hace un último viaje, ¿a quién te llevarías? Es algo que he pensado muchas veces. Es tu último viaje, sabes que es efímero y deseas disfrutarlo con las personas a las que más quieres.

Yo me llevaría a varias personas:

- Mi madre. Que sí, que discuto mucho con ella, que a veces no la soporto, que una de las cosas que más temo es que con el paso de los años cada vez me pueda parecer más a ella. Pero es mi madre, la persona que más me quiere y más me cuida. Y cuando paso mucho tiempo sin ella la echo muchísimo de menos, echo de menos sus "Bit, acuéstate que es tarde" "Recoge las bragas del suelo del baño" y demás. Y sus comidas. No sabéis lo bien que cocina mi señora madre.

- Mis hermanas. Las echo muchísimo de menos desde que las tengo a cada una en una punta del país o del mundo. Es uno de los motivos de adoración de las cenas de Nochebuena, nos juntamos, contamos anécdotas y nos reímos un montón.

- Dailara. Es mi peque, mi niña. Somos como el día y la noche, pero nos entendemos a la perfección. Y para mi es una hermana más.

- Albachu. Una jodida pirada de mierda como yo, pero con más gracia y menos vergüenza. Creo que no podría vivir sin ella y sin sus frases que me hacen mearme de la risa (literalmente). Como bien dice ella "se mueve más que el pandero de un indio loco". En serio, es una persona a la que me gustaría ponerle una cam en la habitación para grabar sus ocurrencias, no entiendo cómo le van a dar el título de educadora infantil. Es un peligro.

- Mis dos rubias preferidas. Sin ellas el aquelarre de rubias no sería igual. Mi mami adoptiva y mi compidepisosupermaja, las adoro. Cuando no estoy con ellas las echo mucho de menos, y en cualquier momento las whatsappeo y liamos la de dios es cristo. Me encanta ir a comer con mi mami y que me regale cositas y me encanta ser la peque y que me mimen y me cuiden. Les debo mucho a mis niñas.

- Mi mejor amigo, el Sgto Dan. Siempre le he tenido a mi lado, siempre me ha apoyado aunque las circunstancias no hayan sido las mejores. Además, ¿con quién iba a cantar canciones ochenteras a grito pelao en el coche? ¿Y quién me iba a regalar peluches super achuchables?

- Mi Chispi. Bueno, ya no está entre nosotros, pero la sigo echando muchísimo de menos. Han sido 15 años de mi vida con ese bicho peludo a mi alrededor. Malditos perros entrañables, se me escapa la lagrimilla.

- Gerard Buttler. Sobran las explicaciones, en serio.

- Gente de #acampadacasamery. Fueron unos días increíbles, lo pasé genial y conocí a gente que merece la pena.

Y así a grandes rasgos creo que ya está. Lo que pasa es que tendría que alquilar un bus, porque somos una jartá, pero bueno, me los llevaba a todos. Habría comida decente, risas aseguradas y sobre todo, moriría de la felicidad al tener a personas muy importantes para mi.

¿Y vosotros? ¿A quién os llevaríais?

Bit.

Diario de una dependienta en apuros (IV)

Ya iba tocando, qué felicidad se respiraba en el ambiente.

Hoy sólo he trabajado de tarde, por la mañana estaba sufriendo y ciscándome en los muertos de los publicistas de los anuncios de compresas. En serio, TODOS son hombres, o mujeres encocadas. Sino de verdad que no me lo explico, ¿a qué huelen las nubes? A TU PUTA MADRE, RETRASADA.

Bien, prosigamos. Después de vegetar en el sofá charlando animadamente por teléfono, hora de hacer la comida y de irse a currar. A nadie en su sano juicio se le ocurre ponerse a freir en bragas. Corrijo: a nadie salvo a mi. Pero gracias a la maravillosa pomada de mamá, sólo es una marca chiquitita en mi pierna. Y nada, al curro a darlo todo.

Nada más llegar, descubro que algún retrasado mental ha decidido sacar a pasear su vena artística en MI probador. Media hora quitando pegatinas del cristal, y luego armada con un trapo en una mano y la pistolita de cristasol en la otra para borrar las huellas de tan atroz crimen. Eso sí, el espejo ha quedado como nuevo.

Luego me llega un chico, algo confuso, y me pregunta si eso antes era un sex shop. Chaval, te la han colado. Pero aun así le enseño las fustas mientras intento contener la risa. Ha sido un momento realmente incómodo, pero yo ya he tenido cachondeíto toda la tarde.

Después he trabajado un poquito, limpiado algo el polvo (de puro aburrimiento) y cuando me iba a echar el piti de las 19:50 (sagrado, antes del cierre) me entra una GILIPOLLAS que me ha hecho desmontar medio escaparate. Yo intentaba respirar hondo, mi compañero me miraba como con miedo escondido detrás del mostrador, porque preveía que podía estallar en cualquier momento. Afortunadamente no ha pasado nada, pero me he quedado con su cara: esta se va a cagar.

Y nada, luego a casita, un poquito de tele y a dormir a una hora prudente, que la semana va a ser larga. Visitas muy esperadas y sexo asegurado. Y sí, esta vez es verdad y no me estoy inventando nada, ¡¡el tío existe!!

Bit.

domingo, 7 de agosto de 2011

Me gusta...

Llevo todo el día diciendo "venga, va, que estoy aburrida, voy al blog", pero siempre aparece una interesante mosca que se cruza entre el ordenador y yo. No se cómo lo hacen las jodías, desde las clases de matemáticas no encontraba moscas tan interesantes. Pero por fin aquí estoy.

Semana loca, muy muy loca. Y agotadora, demasiado. Mi siesta de ayer fue de 4 de la tarde a 12 de la noche, no digo más. Pero la verdad es que bien, sin jefes (¡¡por fin!!), sin madre, sin nada. Solita otra vez, más agusto que un arbusto. Y la freidora ha vuelto, ¡¡todo es felicidad!!

Iba a escribir sobre lo que pasó el jueves frente al Ministerio del Interior y sobre lo que pasó el viernes en Sol, pero preveo que voy a entrar en combustión y encima estoy monstruando. Vamos, que vais a poder ver fuegos artificiales desde casa. Y luego a ver quién es el guapo que se pone a pintar paredes y techos ahumados. Quita, quita, yo paso.

Así que hoy hablo de las cosas que me gustan.

- Me gusta despertarme mientras me besan y me acarician la espalda.
- Me gusta cómo huele la primera calada de un Marlboro.
- Me gusta beberme un vaso de Coca Cola bien fría nada más despertar un domingo de resaca.
- Me gustan las napolitanas de jamón y queso.
- Me gusta ducharme antes de ir a dormir y acostarme sólo con el albornoz.
- Me gustan los bares cutres y llenos de viejos, de los de antes.
- Me gusta imaginar que tengo una escopeta y seleccionar a la gente que mataría cuando me aburro en el bus.
- Me gusta mucho el café.
- Me gusta sentarme en el borde de la piscina y remojar las piernas.
- Me gusta la cena de Nochebuena en casa de mi tía.
- Me gusta dormir.
- Me gusta sentarme en una terraza (a la sombra) a tomar unos tintos con mis amigas mientras nos ponemos al día.
- Me gusta discutir.
- Me gusta el helado de chocolate con trocitos de chocolate.
- Me gustan las tormentas de verano.
- Me gustan los animales peludos y achuchables.
- Me gusta quedarme tumbada y desnuda en la cama hablando tranquilamente después de un polvo.
- Me gusta quedarme dormida en el coche.
- Me gusta tener los planes bien organizados.
- Me gusta mi trabajo, da para muchas anécdotas.
- Me gustan los gofres con chocolate caliente y los batidos de chocolate helado como merienda en El Tren de Granada.
- Me gusta mucho observar a la gente.
- Me gusta leer.
- Me gusta la gente irónica y sarcástica.
- Me gustan los motes cariñosos.
- Me gusta ver el fútbol con los amigos en un bar de viejos mientras tomamos unas cervezas.
- Me gusta despertarme y tener un SMS que me alegre el día.
- Me gustan las librerías de segunda mano.
- Me gustan las noches de verano con los amigos de toda la vida en la plaza de debajo de casa.
- Me gusta la gente que te sonríe cuando les miras.
- Me gusta marujear con mi jefe cuando no tenemos trabajo.
- Me gustan las llamadas que duran horas y en las que realmente no dices nada.
- Me gusta ir a cenar a casa de Dailara y que su padre intente cebarme.
- Me gusta cuando mi sobrino de 5 años se indigna.
- Me gusta que me regalen flores.
- Me gusta cantar a duo canciones ochenteras con mi mejor amigo cuando vamos en el coche.
- Me gusta beber cerveza.
- Me gusta las miradas de "te voy a meter de todo menos miedo".

Y muchas cosas más que ya iré poniendo. De momento no está nada mal, ¿no?

Bit.