Generalmente los odio, es un día perdido, para pasar la resaca y ver pelis en el sofá. Pero hoy no hay resaca, al menos no de alcohol. Peores, sin duda, son las resacas de besos, abrazos, caricias y confidencias. Definitivamente, odio los domingos. Y hoy encima me toca hacer la comida a mi. Gracias Mercadona, patatas congeladas, huevos y hamburguesas en paquetes de cuatro.
Pero pueden ser divertidos, por qué no. Sin ir más lejos, en un trayecto en coche de aproximadamente 10 minutos puedes desplazar a otro vehículo 1 metro intentando aparcar, tropezarte al salir del coche en plan digna y que encima te aplaudan. Qué sería de mi sin la gente que me alegra los domingos con esas cosas.
Peli, nórdico (y no precisamente un rubio de ojos azules y metro ochenta. Y de estatura también) y un chocolate caliente.
Bit
Resacosa y embriagada...
ResponderEliminarEntiendo esa sensación, casi siempre viene acompañada de una dosis de irrealidad, de somnolencia importante.
Envidio tu tarde, de verdad. La envidio.