lunes, 29 de noviembre de 2010

Otro año más

Hoy ha comenzado oficialmente la Navidad para mi. En el trabajo empezamos a sacar los adornos, y en la calle una suave nieve comienza a caer. No exagero si digo que he pasado media mañana pegada al cristal de la puerta mirando. Sí, la Navidad ya ha llegado, y con ella, en poco más de un mes, la noche más...LA NOCHE del año. Sí, Nochevieja, ese día tan mágico, tan especial...y puñetero.

Los supermercados se llenan de gente (sí, más aun que a primero de mes) que compra sin ton ni son, todos agobiados porque no llevan suficiente bebida, porque el precio de los langostinos ha subido, o porque no encuentran ese ingrediente que le da el toque perfecto a la salsa. Sacamos del armario nuestras mejores galas, que no está la economía para comprarse otro nuevo modelito, vamos a la peluquería dos días antes porque ese día es imposible encontrar hueco. Llamamos a nuestros familiares y amigos para desearles lo mejor para el nuevo año que entra, y dedicamos un tiempo (corto) a pensar en lo que este año nos ha dejado.


Con todo esto listo, llega el gran momento.

19:00 - Si vives en familia, es LA HORA de pillar el baño. No intentes bajo ningún concepto entrar después, o tendrás que ducharte a manguerazos en la terraza. Y joder, hace un poco de fresco.
19:45 - Si no has acabado, prepárate a morir. Por ciencia infusa, TODOS los grifos de la casa se abrirán para obligarte a salir del baño. Si hay que usar la fuerza, se usará.
20:15 - Te has peleado con las medias, las has roto y has cogido otras nuevas. Te has enfundado en el vestido sin respirar y te has subido a los tacones de 12 cm. Ha sido duro, pero lo has conseguido.
20:20 - Tras sopesar tus diferentes opciones, acabas por maquillarte con el espejito del bolso, pues los baños estan ocupados. Es como Atocha en hora punta, no sabes de dónde sale tanta gente, pero ahí estan.
20:30 - Desde la puerta se escucha LA FRASE: "¡¡O sales ya o nos vamos sin ti!!". Coño, pues iros, tengo las mismas ganas de cenar con la parte "aburrida" de la familia como de que me metan un palo con chinchetas por el culo. Pero no, tu sales divina de la muerte con el neceser bajo el brazo (porque después de la cena TIENES que retocarte) y tu mejor sonrisa.
21:00 - Llegas a casa de la familia, besos, abrazos varios, frases como "Niña, has cogido unos cuantos kilos, ¿eh?". Y tu con cara de gilipollas sonries, aunque en realidad piensas: ¿Y tú? ¿No has visto que puedo confundir tus tetas con tus rodillas?
21:15 - Todos en la mesa dispuestos a cenar. En cuestion de segundos la mesa se convierte en un campo de batalla. Decenas de manos, brazos y cualquier otra extremidad, se pelean por coger la botella de vino, ese trozo de jamón que tiene tan buena pinta, o ese langostino que grita "CÓMEME".
22:00 - Después de haber terminado con los entrantes, llega el primer plato. La gente ya va cocida y se ha puesto hasta el culo de comer, todavía queda alguien peleándose con las patas de cangejo y se resiste a que le quiten el plato. Pero nada, las madres tienen un don especial para eso, nada se les resiste. Te das la vuelta y ya estan en la cocina celebrando la victoria, y tu sin plato y sin patas. Y después el segundo plato, que nunca, pero NUNCA, consigues terminar.
22:30 - Damos por concluida la cena, algunos se lamentan tirados por los sillones y otros siguen dándole al vino, por eso que dicen de que "es digestivo". Te sacan la fruta, la bandeja de polvorones, los bombones, etc. ¿Quien come polvorones después de la maldita cena? Y tú vas a retocarte al aseo y a comprobar que la cremallera aún no ha estallado.
23:00 - Las uvas están sobre la mesa, todas en sus correspondientes cuencos perfectamente decorados y alineados. Las botellas preparadas para ser descorchadas. Y el abuelo dormido en el sofá, con esa típica frase de: "Cuando empiece esto me despiertas". Y tú como una gilipollas de pie (que no se arrugue el vestido), mirando la mierda de programación que hay esa noche y contando los minutos que faltan para que el maldito año acabe.
23:45 - El abuelo despierta a codazos, las madres se ponen nerviosas repartiendo los cuencos "No, ese no es para tí, coge este, que el que no tiene pipas es para el que no tiene dientes" "¡Niña, que no te comas la uvas, que no son para ahora!" "¿Queréis dejar ya de beber?". Y ante ese último reproche, piensas: "Normal que no dejen de beber, porque lo que hay que aguantar..."
23:59 - El momento ha llegado, todos con la vista fija en la tele, la mano dentro del cuenco y la boca abierta de par en par. Y la madre grita: "QUE NO, QUE SON LOS CUARTOS, QUE NADIE EMPIECE A COMER". La primera, todo bien. La segunda. La quinta, comentario del padre: "Joder, que lentos van. A mi me daba tiempo a comerme un bocadillo entre uva y uva". Te ries y la haz jodido, asumes que deberás meterte tres a la vez para reparar tu error. La penúltima, y alguien dice: "Venga, venga, que sólo nos queda una", y otro responde: "Mierda, a mi ya no me quedan". Ahi ya piensas "No te rias, ¡¡traga!!".
00:00 - La gente empieza a gritar, abrazarse, besarse y llorar, mientras la mano mágica abre las botellas. Brindamos por un nuevo año mejor que el anterior, nos volvemos a besar, y bebemos para no morir ahogados por la masa que las uvas forman en la garganta.
00:45 - Sales de casa con una moña de aupa, para meterte en cualquier local más masificado que Torrevieja, donde sabes que te van a clavar, y acabarás tomando chocolate con churros a las 9 de la mañana. "Tradición"

Cada año es diferente, único. Y esa noche es la única capaz de hacer que hablemos de lo acontecido hasta el año siguiente.

Bit

2 comentarios:

  1. No sé de que te quejas... Tu Nochevieja aún tiene emoción e intriga... Nosotros cenamos en casita, los de todos los días y mis hermanos y yo nos cambiamos tras la cena. Vale, monopolizamos un poco el baño y tal, pero dado que la mitad de las veces la peino yo... pues a dúo que nos pintamos, vaya.
    Y luego vienen las uvas e intentar convencer al petardo de mi hermano que me lleve al centro, pq como vivo a tomar... que vamos, hay que trabajárselo, la mitad de las veces acabo antes yendo a casa de los vecinos, que los convenzo más rápido...
    ¿Y el modelito? Improvisado. Total, la mitad de mis amigos van a ir de vaqueros y camiseta, ¿para qué molestarse?
    Y el local no está mal, y tiene buena música y no suele estar muy lleno. Y eso que la entrada es gratis. ¡Gratis esa noche! Eso sí, toooodos, pero toodos todos los años me encuentro allí a mi (odiada) profesora de Historia del instituto. ¬¬
    Y en cuanto al chocolate... quià. No son horas de chocolate aún cuando nos recogemos...

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  2. Mi última nochevieja fue interesante. La guinda de la noche fue una jovencita que me dijo " feliz año señor".

    Y lo que escribes es cierto o lo has visto por la tele? XD

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