lunes, 26 de diciembre de 2011

La gente es MUY gilipollas.

La gente es gilipollas. Se que es algo que os digo mucho, una frase muy recurrente en este pequeño rincón de mierda y vísceras varias, pero hoy os traigo un buen ejemplo. Que encima lo he sufrido en mis propias carnes.

El día ha ido bien, lo normal en estas fechas, mucha gente y buen volumen de venta. A las 8 hemos cerrado, como cada día, pero la chica del taller nos ha traído los regalitos que Santa nos había dejado en su casa, así que mientras yo empezaba a hacer caja, estábamos de charla y abriendo los regalitos.

A eso de las 20:05, con el cierre echado y las luces casi apagadas por completo, entra un matrimonio, que tienen un vale, que sienten llegar tarde, pero que si no nos importa que quieren hacer un regalo y como viven lejos...Mi jefe, que como hombre de negocios no tiene precio, y como gilipollas supremo tampoco, acepta y empieza a atender a ese par de especímenes sin respeto alguno por el trabajador al otro lado del mostrador, es decir, yo.

Después de media hora, se deciden y yo empiezo a envolver las cosas para regalo mientras siguen mirando. En estas estoy cuando el señor, que ha manifestado claramente estar en la etapa crítica de la crisis
de los 40, aunque eso no le exime de ser un retrasado mental y un gilipollas de los cojones, coge una fusta y comienza a golpear el paquete que yo estoy envolviendo, dándome con la fusta en la mano, "Esto me lo pones para regalo". Mi cara ha debido de ser épica mientras pensaba "Sí, te lo voy a poner de regalo después de reventarte la cara a fustazos, SOPLAPOLLAS, y luego metértela por el culo, ANORMAL, para que así le puedas confesar a tu mujer lo que de verdad te gusta, que son las pollas en tu culo de maricón de mierda que es lo que eres, IMBÉCIL". Tanto se me ha debido notar que su mujer se ha acercado a mi y me ha soltado "¿Qué te pasa que estás tan seria?". Esa pregunta me ha pillado completamente desprevenida (PERO SUBNORMAL, ¿NO LO ADIVINAS TÚ SOLITA?) pero simplemente he sonreído, muy profesional yo, "no, no me pasa nada, no se preocupe" y mi jefe, que se ha debido dar cuenta de todo y que me veía en la mirada que me faltaba el canto de un duro para escupirle en la cara, ha venido a mi rescate alegando "es que es ya muy tarde, llevamos desde las 10:00 aquí y nos queremos ir a casa".

Finalmente la feliz pareja se ha ido, espero que a tomar por culo, pero antes de irse nos sueltan la frase final que me ha repateado hasta los higadillos: "Perdonen, es que venimos de Arganda y había mucho tráfico, hemos salido de allí a las 17:00". Mire, señora, sin ofender, ¿me toma usted por tonta? Ni andando se tardan 3 horas de Arganda a la tienda, vamos, ni de rodillas. Si ha salido tarde, dígalo y punto, pero encima de que me tiene 50 minutos más para usted no me tome por tonta porque no lo soy y nada me cabrea más que eso.

Y eso ha sido todo, la gente es gilipollas, cada día más.

 Bit.

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