jueves, 16 de diciembre de 2010

Valientes hijos de puta

Cada día pongo las noticias mientras como algo antes de volver al trabajo; es uno de mis muchos rituales diarios. Y cada día me cabreo, blasfemo, y discuto con el pobre Samsung, que nada tiene de culpa. Matías Prats se escandalizaría de todas las barbaridades que puedo llegar a decir mientras escucho sus noticias entre bocado y bocado.

Hoy, en vez de cabrearme, me he puestro tremendamente triste ante dos noticias seguidas. Perpleja, desolada, triste y más tarde, furiosa he escuchado con atención ambas noticias. Violencia de género, que le llaman ahora. La primera noticia, una mujer desaparecida el pasado fin de semana, vista por última vez con su ex pareja. Nada se sabe de su paradero, si está viva o muerta, una familia destrozada por el dolor y la incertidumbre. Hoy, su ex pareja ha aparecido ahorcado en un poste eléctrico. La siguiente noticia, un hombre que mató a su mujer cuando ésta volvía de llevar a su hija del colegio. Después el marido se suicidó.

Valientes hijos de puta. Mátate tú antes de matar a tu mujer. Termina tu agónica y triste existencia solo, sin necesidad de llevarte ninguna vida inocente contigo. Nada mereces, pues nada has ofrecido nunca. Careces de respeto, cariño, amor o agradecimiento por aquella persona a la que un día llamaste "amor mío".

Estas cosas me crispan. Me enfurecen a la vez que me entristecen enormemente. ¿Acabará esto agun día? ¿Harán algo por nosotras aquellas autoridades que se supone que tienen el deber de hacerlo? ¿Por qué no podemos defendernos de nuestros agresores? ¿Tenemos que esperar a tener un cuchillo clavado en la espalda para que se tomen medidas? No sé qué pensar, este tema me abruma, me inquieta. Pero supongo que en no muchos años, este tema será tan normal como lo son para todos hoy en día las matanzanzas en Irak, que ya ni siquiera nos escandalizan.

Bit.

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