sábado, 11 de diciembre de 2010

Empieza a ser preocupante...

Ahora mismo no sé si reir o llorar. Así de claro.

Hoy me ha vuelto a pasar. Tan tranquila estaba yo leyendo (última moda en tiendas de todo tipo, oigan, otra cosa no se hace), cuando entra un cliente. Sonrío, me sonríe, un caballero de buena apariencia, educado, galante, y muy simpático. Pantalones. Tiemblo instintivamente, no sé por qué. Y zas, sucede lo que tenía que suceder. Allí está el caballero: camisa, corbata, chaqueta, calzoncillos y calcetines. Con dos cojones. Y yo allí plantada, sin saber qué hacer y dónde mirar.

Tercera vez que me pasa en lo que llevamos de año. Hagan sus apuestas, fijo que alguno más lo hace antes de que acabe el mes, y el año. Mañana mismo hablo con mi jefe y exijo aumento de sueldo, por las molestias.

Poco más que añadir, a parte del monumental cabreo por tener que salirme de un centro comercial donde cenaba a fumarme un cigarro. Así, con la fresquita. Entre la crisis, las subidas de precios, el aumento del precio del tabaco...qué quieren que les diga, yo me quedo en mi casa y tan ricamente. Fumo todo lo que quiero y donde quiero, y como por cuatro perras. Y en bragas si me apetece.

Bit

1 comentario:

  1. Alguien ha dicho bragas?.
    Y por cierto, creo que tu establecimiento se anuncio como lugar propicio para enseñar calzoncillos...

    ResponderEliminar