Mis propósitos.

Se acabó la campaña de Navidad (wiiii, qué feliz soy, quesitos, quesitos para todos), ahora llegan cambios y devoluciones. Que no se yo qué es peor, te das cuenta de lo mala malísima que has sido al vender todas esas cosas que sabes que no iban a gustar/quedar bien y ahora Dios (o cualquier otro ser supremo, con su suprema maldad y todo) te castiga. Pero bueno, ahí queda eso, al menos ahora no toca envolver paquetitos.

Antes de nada, me gustaría hacer un pequeño balance sobre el año que acabamos de dejar atrás, y como este es  mi blog y me lo follo cuando quiero, lo hago.

Ha sido un gran año para mi en casi todos los sentidos. En relación a mi familia, ha sido un año repleto de buenos momentos. Pese a tener repartida a la familia por media España y parte del extranjero, los momentos juntos han sido geniales. Risas, confidencias, recuerdos del pasado, una botella de lambrusco (o cremita de orujo, que invitaba el jefe) y la compañía de tus seres queridos. Y parece ser, que el año que acaba de entrar será mucho mejor.

Encima, como tengo más suerte que si fuera buena, encontré un buen trabajo, que me encanta, en el que disfruto, con unos jefes y compañeros maravillosos. Y qué coño, estoy aprendiendo mucho, y estoy realmente a gusto. Siempre quise trabajar en algo que me gustara, y ahora lo tengo. Y por hacer lo que me gusta, me pagan. Tal y como están las cosas, cada día doy las gracias a ese ser supremo por lo que tengo. Y esperemos que siga siendo así.

De amores...casi que mejor ni hablamos. Interesados enviar currículum con foto a mi e-mail y ya me pondré en contacto con vosotros. Si eso.

Y por último, pero no menos importante, mis amigos. Sin ellos no se qué hubiera hecho, probablemente me hubiera vuelto loca (más, digo). Sí, siempre lo he dicho, en 40 años me veo vieja, gorda y solterona, loca y hablando con mis 13 gatos. No me desagrada mucho, pero me gustaría más que todo eso ocurriera en una mansión en alguna playa de Madagascar. Pues eso, que me lío, mis amigos. Me han apoyado mucho en este año tan catastrófico en ciertos aspectos, he recuperado muchas cosas que había perdido y me han ayudado a sentirme plena y feliz. Les debo mucho, y ellos a mi hígado también. Y a mi cuenta corriente, ¡qué coño!

Ha sido un año bastante bueno, y tengo la esperanza de que el siguiente será mejor. Y lo será porque:

- Me niego a dejar de fumar. No, no lo pienso hacer. La ministra de turno se puede meter su ley y "mi salud" por el culo, pienso seguir fumando, aunque sea en la puta calle. He dicho.
- Me voy a sacar el carnet. Sí, lo he decidido, aún tengo trescientoscuarentaymuchos días para hacerlo.
- Me voy a poner a régimen. Y ante eso no hace falta comentar nada más.
- Voy a seguir siendo como soy, con mis cosas buenas y mis cosas malas. Y a quien no le guste, que me aguante. Y que se aguante.
- Voy a intentar beber menos, o al menos de mi bolsillo. Así no hay quien ahorre, coño.
- Voy a intentar independizarme de una puñetera vez. Sueño cada día con vivir en un piso de 22 metros cuadrados con vistas a un patio por 600 euros en un barrio putero. Me encanta.
- Y sobre todo...¡¡voy a intentar mantener el maldito blog!!

A final de año, si esto último se cumple, recuperaré este post y haremos un balance. Un besito.

Bit.